Remitirnos a los orígenes del Pastor Blanco Suizo es remitirnos al origen del Pastor Alemán.
El primer perro adquirido por quien fue considerado como creador de la raza Pastor Alemán, el Capitán Max Von Stephanitz, tuvo por abuelo paterno a un Pastor Blanco llamado «Greif» nacido en 1879. De acuerdo al Dr. M. Willis en su libro «The german sheperd, history and genetics» aparecido en 1977, en los primeros años hubo gran cantidad de pastores blancos, quienes eran preferidos por resultar más fácil distinguirlos de los lobos, especialmente de noche.

 

En 1909, la perra Blanka Von Riedekenburg, perra Pastor Blanca, fue considerada como la mejor reproductora de su época, siendo su hijo Erick Von Grefenwerthj, gran campeón de la SV y de EEUU en 1920. De los 30 pastores pilares de la raza durante los primeros 15 años de su inicio, 18 reprodujeron blancos.

 

En los años 30, muchos miembros del partido nazi se integraron en la S.V. (primera asociación del pastor alemán creada por Von 
Stephanitz) e interfirieron en las acciones y resoluciones del Club Alemán. Incluso el mismo Stephanitz fue amenazado de reclusión en un campo de concentración de no colaborar con ellos. De hecho fue destituido en 1935 falleciendo un año después.
Se inicia así después de la post-guerra una campaña sistemática para erradicar los pastores blancos tildándolos de albinos. A partir de allí se inicia una larga lucha entre los seguidores fieles de este color por continuar su desarrollo.
Gracias a la persistencia de muchos criadores, el Pastor Blanco fue empezado a criar en varias partes del mundo reconociéndolo como la raza que son, aunque no contasen aún con el reconocimiento oficial de algunas entidades internacionales.

 

Nunca el creador de la raza Pastor Alemán, hizo hincapié en el color del animal, su idea fue obtener una raza que fuera de servicio y que tuviera belleza, valentía y bondad más allá del color del pelo.
El Pastor Blanco tal como lo conocemos tuvo sus orígenes en el cruce de diversos perros de pastor que contribuyeron a su formación. Ellos fueron, el Pastor de Baviera, el de Turingia y el de Wuttemberg (razas ya extinguidas).

 

En todos ellos ha habido un común denominador en cuanto a carácter y funcionalidad, el cual ha podido ofrecer un perro cuyas constantes son prácticamente inamovibles. Si bien la conformación de esos perros diferían, tenían en común cualidades como resistencia, inteligencia, solidez y gran capacidad de trabajo. Así fue que Von Stephanitz conocido como «padre de la raza» inicia en 1899 su campaña para estandarizar al pastor. Vio a quien sería su primer animal, en una exhibición con su amigo Arthur Mayer. 

 

El perro que atrajo su atención era un perro pastor de trabajo, llamado Hektor, y conformaba el ideal de Stephanitz (flexible, potente, de gran resistencia firmeza e inteligencia). Lo compró y rebautizó como Horand Von Grafrath. Posteriormente fundó la s.v. (club alemán del perro de pastor alemán) y fue el primer perro registrado de la historia.
Pese a la persecución de que es objeto esta variedad de Pastor en Europa, en el Norte de América parece gozar de buena salud. De hecho en 1964 se funda en Sacramento el primer club exclusivo de Pastor Blanco. La evolución de la raza en el nuevo continente corre suertes dispares. Así, mientras súbitamente se prohíbe la participación de pastores blancos en los circuitos del AKC debido a la influencia del Club Alemán en 1968, en Canadá no ocurría lo mismo cuando en 1980 se solicitó lo mismo del CKC, y allí sí se sigue permitiendo la participación libre en los circuitos.

 

Para esta época ya había comenzado el efecto «boomerang» de la raza con su regreso a Europa. Los primeros en regresar lo hicieron en 1971 en Suiza y Dinamarca, diez años después lo harían nuevamente en su nación madre, Alemania, y progresivamente en el resto de Europa. Por aquella época se le llama «pastor americano-canadiense», nombre que empezó a utilizarse desde 1983. La primera sociedad canina en abrir su libro de origen a estos perros fue suiza en 1991, en 1992 lo harían los Países Bajos y luego la República Checa, Austria y Dinamarca. Francia y Alemania seguían negándose a reconocerlos bajo ningún nombre, no obviando que era el mismo perro de Pastor Alemán Blanco que ellos habían prohibido y que les llegaba ahora incluso con menos taras genéticas que su pastor actual. 

 

A partir de 1998 estos países que reconocían la raza lo hacen bajo el nombre abreviado de Pastor Blanco. Respaldan a estos perros asociaciones por todo el mundo como WAWSO (wworld association of white sheperd organization) o la IWSF (international white sheperd federation), que agrupan los clubes de varios países.
 El 5 de abril de 1996 la FCI (Federación Cinológica Internacional) aún no reconoce esta raza, sin embargo ese día nacía en el Norte de América bajo el cuidado de la Señora Burch, el macho «lobo», que un año después llegaría a Suiza y es considerado hoy como el padre de esta raza en aquel país. Siguiendo con el empeño de que finalmente se reconozca esta raza por la FCI a nivel mundial, la Sociedad Canina.

 

 Suiza comienza el complejo protocolo que se requiere para ello. Presenta un estándar precioso, publicado el 26 de noviembre de 2002. Lo acompaña de un libro de orígenes con al menos 8 líneas de sangre completamente diferentes, sin ningún ancestro común en sus pedigrees completando tres generaciones. Y finalmente realiza un pedido formal de reconocimiento de la raza. Todo esto sirve para finalmente en enero de 2003 la FCI reconozca esta raza de forma provisional con el nº 347 y el nombre de Pastor Blanco Suizo (Berger Blanc Suisse o Weisser Scheweizer Schâferhund, según el idioma).