A pesar de ser, en promedio, más saludable que muchas otras razas de perros, el pastor blanco suizo puede ser propenso a sufrir unas enfermedades más que otras; por eso, es importante conocerlas y tenerlas en cuenta a la hora de criar:
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Displasia de cadera:
Es una enfermedad ósea de carácter hereditaria, poligénica pero no congénita porque las caderas son normales al nacer pero hay un crecimiento desigual entre el sistema esquelético y el muscular que da lugar a que la cabeza femoral sea situada fuera del acetábulo dorsal y lateralmente existiendo un retraso en el desarrollo de la masa muscular y un rápido crecimiento del esqueleto. La frecuencia de displasia en el Pastor Blanco Suizo es de un 19%.
Existen factores que inciden en el desarrollo o agravamiento de los síntomas clínicos, como son un desarrollo muy rápido, el sobrepeso y el ejercicio excesivo y/o violento durante el crecimiento.
Es una enfermedad multifactorial que presenta un fuerte componente genético, con un índice de heredabilidad muy alto, así como una serie de factores medioambientales, nutricionales o de manejo en general que actúan favoreciendo o evitando su aparición. En todos estos factores parecen estar claramente demostrados el exceso de actividad de los cachorros, los alojamientos con pisos resbaladizos o las dietas que favorecen un crecimiento rápido de los cachorros.
Es fundamental el cuidado de la alimentación de forma que el pienso que se suministre al cachorro esté perfectamente balanceado tanto en energía como en minerales y vitaminas permitiendo que, en estos animales de crecimiento rápido, se compense el crecimiento de los huesos y el de los tejidos blandos, sobre todo la musculatura ya que, uno de los factores que predisponen al desarrollo de la displasia, es una insuficiente masa muscular respecto al esqueleto.
Es importante que al adquirir el cachorro se solicite un certificado oficial de que tanto los padres como los abuelos están libres de la enfermedad; mediante ésta norma de cría se han logrado resultados significativos en la reducción de su incidencia en Estados Unidos y en Europa. No obstante, el que los padres estén libres de displasia no implica necesariamente que su descendencia no la desarrolle, ya que es una enfermedad poligenética.
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Mielopatía Degenerativa (MD):
La Mielopatía Degenerativa, también conocida por sus siglas MD o más comunmente las siglas correspondientes al inglés DM (Degenerative Myelopathy), está presente en esta raza y causa una degeneración de la médula espinal. Los perros con mielopatía degenerativa actúan como si no supieran dónde están sus patas y no pueden moverlas correctamente. Empezando por arrastrar las patas y va avanzando hasta el punto que el perro no puede caminar.
Por suerte la Mielopatía Degenerativa es muy fácilmente detectable mediante un análisis.
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Mutación del gen MRD1: